El mundo de la informática se está desplazando del escritorio y el lugar de trabajo a un ámbito de ordenadores integrados y calzables o vestibles (embedded and wearable)", ha comentado Sandeep Shukla, que recibió recientemente una beca de la National Science Foundation para ayudar a solucionar uno de los principales problemas en esta transición.
Las computadoras integradas, explicó, se utilizan en cada esfera de la vida moderna. Cada vez más, los ordenadores integrados se están convirtiendo en los cerebros tras los mecanismos que confiamos encendido a través de nuestras vidas diarias - dispositivos inalámbricos, coches, ascensores, sistemas de control climático, señales de tráfico y lavadoras, por nombrar algunos. "Algunos expertos estiman que cada individuo en una nación desarrollada puede utilizar diariamente sin saberlo más de 100 computadoras integradas", remarcó Shukla. "Los ordenadores integrados también constituyen la espina dorsal de nuestros sistemas complejos, tales como los controles de las misiones espaciales, aeroelectrónica y sistemas armamentísticos."
La mayoría de las computadoras integradas son accionadas por baterías recargables. Debido al limitado espacio en los dispositivos anfitriones, funcionan habitualmente a partir de baterías pequeñas, de baja potencia. La meta de Shukla es apoyar las aplicaciones actuales y futuras de computadoras integradas desarrollando una estrategia del uso de la energía que pueda garantizar un rendimiento máximo. Esto exige el analizar las probabilidades complejas de los momentos en que las computadoras requerirán energía y la cantidad que utilizarán. > de *Virginia Tech Project Seeks to Balance Power and Performance in Computers of the Future*, 29, de enero 2003
contexto relacionado
> (re)distributions: cultura de la ubicuidad . 15 de julio, 2003
imago
> baterías para activar el cerebro tras el mecanismo
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