EDIFICIO PILOTO DE VIVIENDA PÚBLICA SOSTENIBLE
REHABILITACIÓN Y AMPLIACIÓN EN AV. CAPUCHINOS 32, CASTELLÓN
«La palabra “Conlloga” hace referencia a un término autóctono del norte del País Valenciano que cayó en desuso y que se utilizaba para designar a un grupo de gente con intereses comunes y solidarios, además significa compañía amistosa o enlace de simpatía»
(Conlloga Muixeranga de Castelló)
Solidaridad con el barrio
Conlloga es una apuesta por la recuperación y revalorización comunitaria del patrimonio cultural y construido de nuestras ciudades desde una perspectiva social, económica y medioambiental.
La propuesta se implementa en un contexto consolidado: la Avenida Capuchinos de Castelló, eje de paseo hacia el centro de la ciudad, recorrido de la histórica Sèquia Major y tejido identitario del crecimiento urbano extramuros. También una vía que acoge, tras casi un siglo de las primeras edificaciones, un relevo generacional en una de las zonas más estimadas de la ciudad que entrará en un proceso de acogida de nuevas vecinas de diferentes procedencias.
Para favorecer la inserción comunitaria de las futuras inquilinas, se proponen tres acciones:
- Que se incorpore una “persona masovera”, que viva en el propio edificio y contribuya a su dinamización social y a su articulación con los intereses y necesidades de otras comunidades del barrio.
- Que la planta baja acoja un co-laboratorio en materia de vivienda y rehabilitación energética, preferentemente de promoción pública y gestión público-comunitaria.
- Que se coordine la producción, gestión y distribución de diferentes recursos medioambientales compartidos con las edificaciones colindantes, para favorecer el apoyo mutuo y la reciprocidad entre co-habitantes.
En definitiva, se propone un modelo de regeneración urbana ecosistémica para barrios consolidados donde el parque residencial debe adaptarse a nuevos modelos que reflejen todas las dimensiones de la Equidad Habitacional.
Comunes vecinales
El diseño y distribución del esquema funcional acompaña a la gestión participativa y a la vida social comunitaria para compatibilizar la siesta y la fiesta.
Se basa en:
- Modelos de autogestión participativa. El proyecto abre la posibilidad de implicar a habitantes en la construcción, modificación y gestión de cualquier aspecto vinculado con la vida útil del edificio.
- Colectivización de bienes y servicios. Se estudia la posibilidad de relacionarse con edificios próximos para compartir sistemas de generación y distribución de recursos.
Cuidados
La planta baja se concibe como un espacio abierto a la calle, visible, accesible, seguro y bien ventilado. La prolongación del espacio público necesaria para, con algo más de intimidad, poder seguir jugando, charlando y tejiendo vida en común. Ésta dispone también de un espacio cubierto con frente al patio de manzana que puede compatibilizar usos lúdicos, como juegos y reuniones informales, con labores de cuidado, como el lavado de la ropa.
Vida social comunitaria
En cuanto al resto del edificio, se decide concentrar las zonas comunes usables en los espacios de mayor calidad ambiental: sala polivalente y terraza en 4 planta y la azotea vinculada a la pérgola verde y usos diversos. Se considera que es son los lugares idóneos para realizar celebraciones o cualquier acción vinculada a la jardinería o al cultivo participativo, fomentando la cohesión entre co-habitantes. Además, al tratarse de espacio exterior o espacio interior en íntima relación con aquel, se minimiza el posible jaleo generado en zonas comunes vinculadas a las viviendas y al patio central, además de facilitar la compacidad de la zona del edificio destinado a vivienda, fomentando así la eficiencia energética.
Habitabilidad inclusiva
Vivienda asequible para la mixtura social
El régimen de uso del edificio será para viviendas públicas en su mayoría destinadas a alquiler asequible, con una gran rotación, lo que deberá ser tenido en consideración en la fase de proyecto y en su construcción, previendo especialmente unidades constructivas adecuadas a tal fin y de sencillo mantenimiento y reposición. Las distribuciones de las viviendas evitan distribuciones deterministas y excluyentes que no tengan en cuenta la diversidad propia de los hogares reales. Así dan respuesta a las necesidades de hogares con pocos recursos, especialmente afectados por emergencia sobrevenida o producidas por las crisis COVID-19, de hogares pluri-nucleares con hijos o personas dependientes, de gente joven, de personas migradas, de personas mayores que viven solas, de mujeres víctimas de violencia de género, de personas con diversidad funcional o de personas que acceden al programa de alquiler asequible.
Diversidad tipológica con perspectiva de género y accesibilidad
En pro de la pluralidad de formas de apropiarse del espacio, las distribuciones funcionales optan por la versatilidad. Los módulos de equipamiento fijos (baños), no interfieren en las estancias de ocupación menos estática y específica. Cualquier vivienda se puede convertir fácilmente en un espacio comunitario. Toda vivienda puede pasar a convertirse en un espacio de uso colectivo o adaptado debido a la fácil modificación del módulo húmedo. La ausencia de distribución rígida lo facilita mucho. Contra el determinismo funcional de las tradicionales distribuciones heteropatriarcales, apuestan por configuraciones sensibles a la perspectiva de género. Se ponen al mismo nivel espacios funcionales, como lavaderos o cocinas, y los de estar. La situación central y conectada de la cocina facilita las tareas del cuidado, ya que permite estar a lado del dependiente. Los espacios para el ciclo de la ropa tienen una dimensión adecuada y no se subordinan a otras estancias.
Innovación constructiva
Edificio existente
Máximo aprovechamiento y respeto por lo existente. La estructura actual debe ser reforzada, puesto que está en mal estado y no cumple con las normativas vigentes. En lugar de reforzarla aumentando secciones, como es habitual, se plantea una intervención alternativa. No se aumenta la capacidad portante de pilares y vigas, sino que se reducen sus cargas. Para ello, se intercalan soportes en los vanos, de manera que se reducen las luces y se descargan los pilares existentes. La solución resultante está a medio camino entre las estructuras pesadas, a base de pilares y vigas, y las ligeras, del tipo balloon frame. La nueva trama estructural define las distribuciones de las viviendas. Con el mismo espíritu, las viguetas de los forjados se relajan gracias a que se añade una chapa de compresión conectada. Del mismo modo, los cimientos actuales se mantienen porque se reducen sus cargas. Los soportes añadidos se apoyan sobre nuevas cimentaciones de tipo superficial —vigas flotantes, losa— o, si las características del suelo lo requieren, profundas —micropilotes—.
Ampliación
El edificio existente se remonta mediante técnicas de prefabricación bidimensional y tridimensional. Los componentes añadidos son entramados ligeros de pilares y vigas cuyas cargas se reparten en un gran número de soportes. Rápida y ligera, esta solución se adecua perfectamente al refuerzo propuesto para la estructura existente. Sus ventajas son múltiples. Para empezar, la estructura actual se mantiene visible y útil, aprovechándose su capacidad portante. Además, la alternativa propuesta es más sencilla que la solución habitual del encamisado. Por último, la simultaneidad de la prefabricación y las intervenciones sobre la edificación existente permite reducir los plazos de ejecución.
Prefabricación sostenible
El uso de módulos prefabricados ligeros y en seco, tanto bidimensionales como tridimensionales, favorece en gran medida la desmaterialización de la construcción en comparación con los sistemas convencionales. Por un lado, se aumenta el uso de materiales renovables, tales como la madera y las fibras vegetales, o reciclados, como el acero. Por otro, se apuesta por la reutilización de elementos constructivos en el final de su vida útil gracias a la modulación, las juntas secas y reversibles, la consideración de usos futuros y la trazabilidad BIM. Tanto los módulos tridimensionales de las dos plantas superiores, que son portantes, como los núcleos sanitarios de las plantas existentes se fabricarán en taller. Lo mismo ocurrirá con ciertos componentes bidimensionales de la reforma o la ampliación, ya sean particiones interiores o revestimientos de fachada. La fabricación en taller optimiza la calidad de los acabados y el consumo de materiales, aparte de reducir residuos, tiempos de ejecución y molestias a los vecinos. Además, mejora las condiciones laborales de las personas involucradas y facilita la incorporación de la mujer al sector de la construcción. Por otra parte, favorece el I+D+I en este sector, especialmente en lo que se refiera a la rehabilitación, puesto que introduce nuevos materiales y procesos. Se ha calculado el periodo de obra en 10 meses. Se debe tener en cuenta el importante ahorro económico que implica al acortamiento del proceso de obra.
Herramientas BIM y BEM al servicio de la descarbonización
La sostenibilidad de toda la actuación se medirá con la herramienta BIM (Building information modeling) de la Comisión Europea Level(s), que cuantifica los consumos energéticos, las emisiones de CO2 , la generación de residuos sólidos, la toxicidad y el cierre de ciclos materiales, tanto en la producción de componentes como en su gestión circular. Ello garantizará la reducción de los impactos ambientales y su trazabilidad, maximizando el uso de materiales reciclados y energías renovables al inicio del ciclo de vida, así como el reciclaje y la reutilización al final del mismo. Más que como una herramienta, BIM se usará como una metodología que conjugue la arquitectura con la ingeniería medioambiental, el peritaje estructural, la restauración, la viabilidad económico-financiera o el mantenimiento del inmueble. Mediante el método LEAN Construction, se identificarán los responsables de cada uno de estos campos y hará seguimiento del cumplimiento de sus respectivos objetivos. El monitoreo BIM se extenderá a los edificos de toda la manzana a fin de mejorar el aprovechamiento energético mediante la gestión integral de datos relativos a la orientación, el asoleamiento, los vientos predominantes, los consumos hídricos, la geotermia y los sistemas constructivos. Por otro lado, el uso de herramientas BEM (Building energy modeling) permitirá dimensionar la climatización natural del edificio, su inercia y aislamiento térmicos y su hidrosopicidad, reflectancia o la absorbancia. A fin de cuentas, ambas herramientas servirán para evaluar el ahorro de materiales y emisiones respecto a los sistemas constructivos convencionales. Se prevé una reducción de impactos del 50% en energía y toxicidad, del 65% en residuos sólidos y del 80% en CO2 y cierre de ciclos.
Eficiencia bioclimática
BEMS: Sistema de gestión energética de edificios
Un sistema de gestión energética de edificios (BEMS) regulará y supervisará la climatización, la ventilación y la iluminación del inmueble. Tratará la información recogida para reflejar sus patrones de uso y orientar pedagógicamente a los habitantes en la toma de decisiones para su óptima gestión. La mejora de los hábitos de los usuarios es una de las medidas clave para reducir costes económicos y ambientales. A tal efecto, se definirán y monitorearán indicadores como el consumo de agua de red, el consumo agua reutilizada, el consumo de energía primaria (EP) no renovable, el consumo de EP total, el porcentaje de consumo de energía renovable, el porcentaje de reducción de consumo de EP respecto a CTE 2019, los costes de mantenimiento, los costes energéticos desglosados —explicación de las facturas—, las emisiones de CO2 o la comparativa con periodos anteriores —día, semana o año anterior—. Asimismo, se implementará un sistema inspirado en el sector hotelero o el de las residencias asistidas para integrar el control de acceso a las viviendas con el del consumo. Al tratarse de un edificio piloto, se usarán herramientas que permitan a la comunidad de vecinos evaluar los sistemas, implementar nuevas medidas y modificar aquellas que no alcancen las expectativas. Para ello, también se usarán soluciones modulares cradle-to-cradle, fácilmente desmontables y recuperables para facilitar su ciclabilidad.
Reducción de la demanda - Sistemas pasivos
La compacidad del edificio permite acercar a cero los consumos energéticos destinados a la climatización. Su envolvente adaptativa conserva calor en invierno —aislamiento térmico— y lo disipa en verano —protección solar mediante filtros diversos con estrategias específicas para cada orientación, ventilación cruzada—. La inercia térmica del conjunto puede amortiguar los saltos térmicos entre estaciones. De este modo, la demanda térmica de mayor relevancia será la de la producción de agua caliente sanitaria.
Geotermia
La producción térmica del edificio se centralizará para integrar la generación fotovoltaica. Se cubrirán las demandas de calefacción, refrigeración y ACS con una única bomba de calor geotérmica. Este sistema, sumamente eficiente, se situará en el subsuelo del patio interior de manzana, liberando así la cubierta para dedicarla a usos comunitarios.
Sistemas de emisión
Un sistema de suelos y muros radiantes alimentado por geotermia permitirá climatizar el edificio atendiendo a la eficiencia, la salubridad y el bienestar higrotérmico. El monitoreo del sistema y la sectorización modular de las viviendas permitirán optimizar su funcionamiento y adaptarlo a la diversidad de situaciones que puedan darse en el edificio.
Ciclo del agua
El edificio conjugará la captación de aguas pluviales con la reutilización y depuración de aguas grises, de manera que todos los vertidos al alcantarillado municipal hayan agotado sus posibilidades de aprovechamiento y/o devolución al ciclo natural del agua. Así se cerrara el ciclo de un recurso tan necesario como escaso.
Solidaridad con el barrio
Conlloga es una apuesta por la recuperación y revalorización comunitaria del patrimonio cultural y construido de nuestras ciudades desde una perspectiva social, económica y medioambiental.
La propuesta se implementa en un contexto consolidado: la Avenida Capuchinos de Castelló, eje de paseo hacia el centro de la ciudad, recorrido de la histórica Sèquia Major y tejido identitario del crecimiento urbano extramuros. También una vía que acoge, tras casi un siglo de las primeras edificaciones, un relevo generacional en una de las zonas más estimadas de la ciudad que entrará en un proceso de acogida de nuevas vecinas de diferentes procedencias.
Para favorecer la inserción comunitaria de las futuras inquilinas, se proponen tres acciones:
- Que se incorpore una “persona masovera”, que viva en el propio edificio y contribuya a su dinamización social y a su articulación con los intereses y necesidades de otras comunidades del barrio.
- Que la planta baja acoja un co-laboratorio en materia de vivienda y rehabilitación energética, preferentemente de promoción pública y gestión público-comunitaria.
- Que se coordine la producción, gestión y distribución de diferentes recursos medioambientales compartidos con las edificaciones colindantes, para favorecer el apoyo mutuo y la reciprocidad entre co-habitantes.
En definitiva, se propone un modelo de regeneración urbana ecosistémica para barrios consolidados donde el parque residencial debe adaptarse a nuevos modelos que reflejen todas las dimensiones de la Equidad Habitacional.
Comunes vecinales
El diseño y distribución del esquema funcional acompaña a la gestión participativa y a la vida social comunitaria para compatibilizar la siesta y la fiesta.
Se basa en:
- Modelos de autogestión participativa. El proyecto abre la posibilidad de implicar a habitantes en la construcción, modificación y gestión de cualquier aspecto vinculado con la vida útil del edificio.
- Colectivización de bienes y servicios. Se estudia la posibilidad de relacionarse con edificios próximos para compartir sistemas de generación y distribución de recursos.
Cuidados
La planta baja se concibe como un espacio abierto a la calle, visible, accesible, seguro y bien ventilado. La prolongación del espacio público necesaria para, con algo más de intimidad, poder seguir jugando, charlando y tejiendo vida en común. Ésta dispone también de un espacio cubierto con frente al patio de manzana que puede compatibilizar usos lúdicos, como juegos y reuniones informales, con labores de cuidado, como el lavado de la ropa.
Vida social comunitaria
En cuanto al resto del edificio, se decide concentrar las zonas comunes usables en los espacios de mayor calidad ambiental: sala polivalente y terraza en 4 planta y la azotea vinculada a la pérgola verde y usos diversos. Se considera que es son los lugares idóneos para realizar celebraciones o cualquier acción vinculada a la jardinería o al cultivo participativo, fomentando la cohesión entre co-habitantes. Además, al tratarse de espacio exterior o espacio interior en íntima relación con aquel, se minimiza el posible jaleo generado en zonas comunes vinculadas a las viviendas y al patio central, además de facilitar la compacidad de la zona del edificio destinado a vivienda, fomentando así la eficiencia energética.
Habitabilidad inclusiva
Vivienda asequible para la mixtura social
El régimen de uso del edificio será para viviendas públicas en su mayoría destinadas a alquiler asequible, con una gran rotación, lo que deberá ser tenido en consideración en la fase de proyecto y en su construcción, previendo especialmente unidades constructivas adecuadas a tal fin y de sencillo mantenimiento y reposición. Las distribuciones de las viviendas evitan distribuciones deterministas y excluyentes que no tengan en cuenta la diversidad propia de los hogares reales. Así dan respuesta a las necesidades de hogares con pocos recursos, especialmente afectados por emergencia sobrevenida o producidas por las crisis COVID-19, de hogares pluri-nucleares con hijos o personas dependientes, de gente joven, de personas migradas, de personas mayores que viven solas, de mujeres víctimas de violencia de género, de personas con diversidad funcional o de personas que acceden al programa de alquiler asequible.
Diversidad tipológica con perspectiva de género y accesibilidad
En pro de la pluralidad de formas de apropiarse del espacio, las distribuciones funcionales optan por la versatilidad. Los módulos de equipamiento fijos (baños), no interfieren en las estancias de ocupación menos estática y específica. Cualquier vivienda se puede convertir fácilmente en un espacio comunitario. Toda vivienda puede pasar a convertirse en un espacio de uso colectivo o adaptado debido a la fácil modificación del módulo húmedo. La ausencia de distribución rígida lo facilita mucho. Contra el determinismo funcional de las tradicionales distribuciones heteropatriarcales, apuestan por configuraciones sensibles a la perspectiva de género. Se ponen al mismo nivel espacios funcionales, como lavaderos o cocinas, y los de estar. La situación central y conectada de la cocina facilita las tareas del cuidado, ya que permite estar a lado del dependiente. Los espacios para el ciclo de la ropa tienen una dimensión adecuada y no se subordinan a otras estancias.
Innovación constructiva
Edificio existente
Máximo aprovechamiento y respeto por lo existente. La estructura actual debe ser reforzada, puesto que está en mal estado y no cumple con las normativas vigentes. En lugar de reforzarla aumentando secciones, como es habitual, se plantea una intervención alternativa. No se aumenta la capacidad portante de pilares y vigas, sino que se reducen sus cargas. Para ello, se intercalan soportes en los vanos, de manera que se reducen las luces y se descargan los pilares existentes. La solución resultante está a medio camino entre las estructuras pesadas, a base de pilares y vigas, y las ligeras, del tipo balloon frame. La nueva trama estructural define las distribuciones de las viviendas. Con el mismo espíritu, las viguetas de los forjados se relajan gracias a que se añade una chapa de compresión conectada. Del mismo modo, los cimientos actuales se mantienen porque se reducen sus cargas. Los soportes añadidos se apoyan sobre nuevas cimentaciones de tipo superficial —vigas flotantes, losa— o, si las características del suelo lo requieren, profundas —micropilotes—.
Ampliación
El edificio existente se remonta mediante técnicas de prefabricación bidimensional y tridimensional. Los componentes añadidos son entramados ligeros de pilares y vigas cuyas cargas se reparten en un gran número de soportes. Rápida y ligera, esta solución se adecua perfectamente al refuerzo propuesto para la estructura existente. Sus ventajas son múltiples. Para empezar, la estructura actual se mantiene visible y útil, aprovechándose su capacidad portante. Además, la alternativa propuesta es más sencilla que la solución habitual del encamisado. Por último, la simultaneidad de la prefabricación y las intervenciones sobre la edificación existente permite reducir los plazos de ejecución.
Prefabricación sostenible
El uso de módulos prefabricados ligeros y en seco, tanto bidimensionales como tridimensionales, favorece en gran medida la desmaterialización de la construcción en comparación con los sistemas convencionales. Por un lado, se aumenta el uso de materiales renovables, tales como la madera y las fibras vegetales, o reciclados, como el acero. Por otro, se apuesta por la reutilización de elementos constructivos en el final de su vida útil gracias a la modulación, las juntas secas y reversibles, la consideración de usos futuros y la trazabilidad BIM. Tanto los módulos tridimensionales de las dos plantas superiores, que son portantes, como los núcleos sanitarios de las plantas existentes se fabricarán en taller. Lo mismo ocurrirá con ciertos componentes bidimensionales de la reforma o la ampliación, ya sean particiones interiores o revestimientos de fachada. La fabricación en taller optimiza la calidad de los acabados y el consumo de materiales, aparte de reducir residuos, tiempos de ejecución y molestias a los vecinos. Además, mejora las condiciones laborales de las personas involucradas y facilita la incorporación de la mujer al sector de la construcción. Por otra parte, favorece el I+D+I en este sector, especialmente en lo que se refiera a la rehabilitación, puesto que introduce nuevos materiales y procesos. Se ha calculado el periodo de obra en 10 meses. Se debe tener en cuenta el importante ahorro económico que implica al acortamiento del proceso de obra.
Herramientas BIM y BEM al servicio de la descarbonización
La sostenibilidad de toda la actuación se medirá con la herramienta BIM (Building information modeling) de la Comisión Europea Level(s), que cuantifica los consumos energéticos, las emisiones de CO2 , la generación de residuos sólidos, la toxicidad y el cierre de ciclos materiales, tanto en la producción de componentes como en su gestión circular. Ello garantizará la reducción de los impactos ambientales y su trazabilidad, maximizando el uso de materiales reciclados y energías renovables al inicio del ciclo de vida, así como el reciclaje y la reutilización al final del mismo. Más que como una herramienta, BIM se usará como una metodología que conjugue la arquitectura con la ingeniería medioambiental, el peritaje estructural, la restauración, la viabilidad económico-financiera o el mantenimiento del inmueble. Mediante el método LEAN Construction, se identificarán los responsables de cada uno de estos campos y hará seguimiento del cumplimiento de sus respectivos objetivos. El monitoreo BIM se extenderá a los edificos de toda la manzana a fin de mejorar el aprovechamiento energético mediante la gestión integral de datos relativos a la orientación, el asoleamiento, los vientos predominantes, los consumos hídricos, la geotermia y los sistemas constructivos. Por otro lado, el uso de herramientas BEM (Building energy modeling) permitirá dimensionar la climatización natural del edificio, su inercia y aislamiento térmicos y su hidrosopicidad, reflectancia o la absorbancia. A fin de cuentas, ambas herramientas servirán para evaluar el ahorro de materiales y emisiones respecto a los sistemas constructivos convencionales. Se prevé una reducción de impactos del 50% en energía y toxicidad, del 65% en residuos sólidos y del 80% en CO2 y cierre de ciclos.
Eficiencia bioclimática
BEMS: Sistema de gestión energética de edificios
Un sistema de gestión energética de edificios (BEMS) regulará y supervisará la climatización, la ventilación y la iluminación del inmueble. Tratará la información recogida para reflejar sus patrones de uso y orientar pedagógicamente a los habitantes en la toma de decisiones para su óptima gestión. La mejora de los hábitos de los usuarios es una de las medidas clave para reducir costes económicos y ambientales. A tal efecto, se definirán y monitorearán indicadores como el consumo de agua de red, el consumo agua reutilizada, el consumo de energía primaria (EP) no renovable, el consumo de EP total, el porcentaje de consumo de energía renovable, el porcentaje de reducción de consumo de EP respecto a CTE 2019, los costes de mantenimiento, los costes energéticos desglosados —explicación de las facturas—, las emisiones de CO2 o la comparativa con periodos anteriores —día, semana o año anterior—. Asimismo, se implementará un sistema inspirado en el sector hotelero o el de las residencias asistidas para integrar el control de acceso a las viviendas con el del consumo. Al tratarse de un edificio piloto, se usarán herramientas que permitan a la comunidad de vecinos evaluar los sistemas, implementar nuevas medidas y modificar aquellas que no alcancen las expectativas. Para ello, también se usarán soluciones modulares cradle-to-cradle, fácilmente desmontables y recuperables para facilitar su ciclabilidad.
Reducción de la demanda - Sistemas pasivos
La compacidad del edificio permite acercar a cero los consumos energéticos destinados a la climatización. Su envolvente adaptativa conserva calor en invierno —aislamiento térmico— y lo disipa en verano —protección solar mediante filtros diversos con estrategias específicas para cada orientación, ventilación cruzada—. La inercia térmica del conjunto puede amortiguar los saltos térmicos entre estaciones. De este modo, la demanda térmica de mayor relevancia será la de la producción de agua caliente sanitaria.
Geotermia
La producción térmica del edificio se centralizará para integrar la generación fotovoltaica. Se cubrirán las demandas de calefacción, refrigeración y ACS con una única bomba de calor geotérmica. Este sistema, sumamente eficiente, se situará en el subsuelo del patio interior de manzana, liberando así la cubierta para dedicarla a usos comunitarios.
Sistemas de emisión
Un sistema de suelos y muros radiantes alimentado por geotermia permitirá climatizar el edificio atendiendo a la eficiencia, la salubridad y el bienestar higrotérmico. El monitoreo del sistema y la sectorización modular de las viviendas permitirán optimizar su funcionamiento y adaptarlo a la diversidad de situaciones que puedan darse en el edificio.
Ciclo del agua
El edificio conjugará la captación de aguas pluviales con la reutilización y depuración de aguas grises, de manera que todos los vertidos al alcantarillado municipal hayan agotado sus posibilidades de aprovechamiento y/o devolución al ciclo natural del agua. Así se cerrara el ciclo de un recurso tan necesario como escaso.
-
Este contenido no tiene enlaces asociados
-
Este contenido no tiene descargas asociadas