En la actualidad San Martín se encuentra dentro del tejido urbano de Fromista, estando rodeada de un zócalo de piedra relativamente reciente y, más allá, de edificaciones diversas. Nuestra propuesta pretende evocar los tiempos remotos en que la iglesia románica debió encontrarse aislada en un claro de bosque. Potenciar la percepción del monumento en si mismo, respaldado por elementos vegetales y apoyado en un suelo silencioso que se amolda suavemente –como si de simple terreno se tratase- a los requerimientos topológicos.
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